Cuando la puerta se abre
¿Alguna vez has pensado que ya se te han cerrado todas las puertas? ¿Qué se puede hacer cuando no hay más dinero para estudiar o concluir un proyecto? Tocas muchas puertas, pero ninguna se abre.
Entonces viene la desesperación y no sabes que hacer. Miras al cielo y parece que Dios también te ha cerrado la puerta de sus bendiciones. Pues déjame decirte que no hay algo peor que un joven que ha decidido enterrar sus sueños e ilusiones. ¡Un joven no se puede dar el lujo de no soñar!
Algo parecido le pasó a Víctor. En cierto momento de su vida estudiantil, este muchacho sintió que se le cerraba la puerta para seguir estudiando Medicina, Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta que Dios siempre tiene una puerta abierta. Comparto contigo este ejemplo porque es importante que los jóvenes perciban la conducción de Dios en los acontecimientos de su vida diaria. Eso aumentará su fe para cumplir sin titubeos la voluntad de Dios.
Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. Apocalipsis 3:8
Con frecuencia he escuchado a personas jóvenes decir, con gran desconsuelo: « Todas las puertas se me han cerrado» Es su forma de expresar que no ven en el horizonte ninguna oportunidad para su desarrollo o la solución de un problema. Luego de terminar el primer año de mi carrera para ser maestro, se agotaron mis recursos financieros, así que no pude regresar al colegio para el curso siguiente. Entonces pensé que todas las Puertas se me habían cerrado. Me sentía sumamente triste. No sabía que, en realidad. Dios me había abierto otra puerta, ofreciéndome nuevas oportunidades para mi desarrollo, que fueron fundamentales en mi posterior
vida Profesional.