Se puede salir de un estado depresivo
Comienza otro día y otra vez estás sin ganas de levantarte, porque sientes que te falta fuerza, ansioso, abrumado y consideras que no hay nada bueno para ti fuera de tu dormitorio.
Ten cuidado podrías estar padeciendo depresión, un trastorno emocional que te hará sentir triste, sin paz mental, con baja autoestima y con una visión negativa de la vida. Cuando esta situación se vuelve recurrente, tu salud física también comenzará a deteriorarse y llegarás a un punto donde retornar será difícil.
Laura era una mujer que creía tenerlo todo: esposo, familia, vivienda, auto, una profesión y éxito laboral.
Pero en unos pocos meses su mundo comenzó a cambiar. Primero se quedó sin el empleo al que se había dedicado muchos años y, por tal razón, sin sustento económico.
Después perdió a su hermano en un accidente y más adelante a su madre por causa de una enfermedad. Incluso su mascota falleció un mes después.
A simple vista parecía que el universo se había puesto en contra de Laura.
Experimentar esta y otro tipo de situaciones similares puede conducirte sin darte cuenta a un túnel sin salida. Así se sentía Laura atrapada, sin rumbo, ansiosa, con ganas de llorar. Incluso le daba miedo dormirse porque tenía pesadillas.
Si estás pasando por una circunstancia difícil y te sientes agobiado como Laura. Ten en cuenta que autocompadecerte, llorar sin consuelo y lanzarte al abandono no es la forma de afrontar un escenario desafiante.
Aunque es normal por nuestra naturaleza humana sentir tristeza y desánimo en ciertos momentos. Es necesario saber prepararse para las adversidades, porque la vida está llena de momentos felices como de situaciones complejas.
Si Laura se hubiese quedado a pensar en su mala suerte, jamás habría salido del atolladero donde se encontraba involuntariamente. Lo primero que hizo fue aceptar que la tristeza, desmotivación y desesperanza estaban perjudicándola y tenía que sacarlas de su vida.
Mira a tu alrededor, piensa en los seres que te aman y estiman. Tienes que buscar una ilusión para seguir adelante y fijarte pequeñas metas que te hagan feliz. Ya que, es una de las formas de liberarse de emociones negativas que afectan tu vida y tus relaciones con otras personas.
Es fundamental que asumas que en esta vida vivimos distintas etapas. Asimismo, nuestra existencia no es estática ni podemos aferrarnos a una zona de confort.
Debes reflexionar que en la vida existen ciclos que comienzan y finalizan. Si no lo internalizas nunca podrás enfrentar circunstancias como:
- La muerte de un ser querido,
- La ruptura de una relación amorosa,
- Un cambio de trabajo,
- Mudarse a otro sitio,
- Dejar de frecuentar algunas amistades,
- entre otras.
Recuerda que eres un ser superior a todas las criaturas sobre la tierra y no estás solo. En las Sagradas Escrituras dice:
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. —Josué 1:9
Cuando Laura leyó estas palabras comprendió que Dios la había creado con una fortaleza interior que ella misma debía encontrar y usar en la adversidad. Además, debía confiar que el Señor estaría a su lado para guiarla y llevarla de la mano en momentos difíciles.
Empezó por conversar más con Dios, dando gracias por las cosas buenas que tenía a su alrededor, luego decidió comunicarse más con su familia y salir de su auto aislamiento. Cada vez que recordaba a sus seres fallecidos trataba de recordar los momentos felices que tuvieron juntos y daba gracias a Dios por el tiempo que estuvieron con ella.
De igual manera comenzó a cuidarse más: comiendo saludable, descansando mejor y caminando diariamente. Al principio lo hacía sin ánimos, pero tenía la certeza de que debía ser constante. Así, logró vencer la depresión, su mente se llenó de pensamientos positivos, mejoró su autoestima, consiguió paz mental y su fuerza de voluntad se potenció.
Empieza hoy, levántate y se valiente que Dios estará contigo.